06 diciembre 2008


Dentro de las Maravillas de la Anestesia indudablemente
que ocupa su lugar el opiáceo Remifentanilo: Hipnosis, analgesia, estabilidad neurovegetativa (tan constante que aburre) y despertar rápido e INTEGRO.

Las esterasas de los tejidos y la sangre (no confundir con la pseudocolinesterasa), al metabolizar esta molécula mágica, NO dejan ningún efecto residual analgésico (por el opiode) ni depresión respiratoria.

La bradicardia se trata con atropina; la hipotensión arterial con vasopresor, líquidos...; la tan temida rigidez muscular torácica es infrecuente (dosis dependiente) y fugaz, y si no cede, pues muy sencillo, administrar más hipnótico (p. ej. propofol), lidocaína u otra de las Maravillas de la Anestesia: succinilcolina (puede ser rocuronio, vecuronio...)

La analgesia postanestesia, ausente con el uso de remifentanilo, también es peccata minuta. Esta se resuelve perfectamente con el uso de analgesia preventiva, multimodal, morfina IV, opiodes epidurales/subaracnoideos, etc., etc.

Comencé a usar el remifentanilo con "desconfianza e inseguro" hace tiempo, motivado por los comentarios de algunos colegas anestesiólogos; ahora soy "dependiente" de dicho opiode y únicamente me ha dado -y a mis pacientes- satisfacciones.

El único opiode -imagino- que pueda relevar al remifentanilo es uno similar en cuanto a sus características farmacocinéticas, dinámicas..., y que además provea analgesia residual sin depresión respiratoria.
Lo repito y lo afirmo: ¡Es una maravilla!

Aclaro, y de ninguna manera, le quito su lugar a nuestro amigo de muuuchos años: el fentanilo.

Articulo publicado en anestesiologia mexicana en internet por el Dr. Higgins

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